Gilberto Cisterna, coordinador Universidad- Escuela del Proyecto de Formación Inicial Docente (FID), de la Universidad Católica del Maule (UCM).
La Vinculación con el Medio (VcM) dentro de la política pública, tiene una enorme importancia para las instituciones de educación superior en Chile, ya que es el mecanismo por el cual estas instituciones se comunican y detectan necesidades del entorno. Ahora bien, el termino de VcM es reciente y es impulsado por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA). Este punto es muy interesante ya que desde un organismo central se impulsó una transformación en la relación universidad y el entorno. Sin embargo, esta política tuvo muchas veces bajadas operacionales distintas en cada institución ya que en el periodo de implementación ya existía una tradición en “extensión universitaria”.
A lo largo de la historia, la VcM emana de una “polisemia” de conceptos que tiene muchos rótulos. Cuando llega la CNA con toda su agenda de transformaciones, surge algo muy interesante: “Primero cambian los nombres” pero no hay un cambio cultural en las instituciones, no hay un diagnóstico o un plan para gestionar el cambio de paradigma en la comunicación con los contextos escolares que hasta el momento era unidireccional desde la universidad a los territorios.
En la actualidad se trata de asociar la VcM en los contextos escolares con procesos de innovación, prácticas profesionales, investigación situada en la escuela y extensión cultural entre otras. Hoy en día la “universidad emprendedora” debe responder a sus propios intereses corporativos, asociado a los procesos de formativos de las carreras y postgrados, investigación que genere recursos y aplicaciones en la industria mediante convenios de desempeño. Esto ha llevado a que cada institución tenga su propio “modelo de vinculación” o en su defecto una política orientadora en como la universidad se tiene que vincular con el entorno, incluso ir más allá y acercar las diferencias entre la universidad y lo externo como una simbiosis constante.
En la actualidad a mi parecer el modelo que predomina es el “difusionista – transferencista” asociado a establecer instancias formativas desde la universidad a los territorios escolares, muy acompañado de un modelo “mosaico” en donde cada carrera tiene la autonomía de vincularse según los objetivos estratégicos de sus planes formativos. Hay que avanzar definitivamente en un dialogo bidireccional en donde el aprendizaje sea reciproco entre la universidad y los contextos escolares con una visión compartida.